Era una noche fría, y creo que algo de la vieja actitud de la manada que busca protección en lo numeroso de sus miembros se nos había pegado al entrar al establecimiento. Fue hace ya por lo menos dos meses, una charla de café regada con cerveza cuando nos chocamos con la necesidad de hacer un proyecto, pero no cualquier proyecto, un proyecto que involucra a muchas personas.
Desde ese mismo momento nuestra trifecta se transformaría en: “creative commons - Transmedia - Crowd funding”, pero de estos temas pienso hablar un poco mas adelante. Vamos poco a poco, con tranquilidad.
Necesitábamos una historia para hacer una película, y fue ahí cuando deje caer sobre la mesa una historia de escritores. Y la historia prendió, al grupo le gustaba.
Sobre la figura del escritor hay mucha mística, y me venia bien poner manos a la obra escribiendo sobre escritores.
Aun antes de empezar a escribir el guión, Martín Soto Cortez ya sabía que iba a ser el director, aunque se quejara pidiendo pasar por eléctrico. Martín es uno de esos tipos que en la orientación vocacional le sale “miembro del escuadrón anti-bombas”, por la determinación y el profesionalismo que pone cuando encara un trabajo cada plano se transforma en una decisión tan importante como “cortar el cable azul o el rojo”. Y ese nivel de importancia le da a todos los aspectos del corto; ya habíamos trabajado juntos en otros proyectos e inmediatamente me empezó a lanzar ideas sobre como podía verse la película.
Con la historia y el director a bordo, el equipo técnico empezó a llenar los espacios como el rió cuando desborda las defensas del puerto. Pero sobre el equipo técnico y sus cualidades mejor también hablar mas adelante, como dije antes, vamos con tranquilidad.
.Y mientras tanto, el proyecto avanza.
Gustavo Ristre
No hay comentarios:
Publicar un comentario